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viernes, 8 de enero de 2016

Crítica: Motörhead - Orgasmatron



No puedo decirlo de otra forma debido a mi sensación de sorpresa y frustración: qué mierda puede llegar a ser el mundo en que vivimos. Lemmy ha muerto. Y con esto podemos decir muchas cosas acerca del eterno líder de Motörhead y les aseguro que las iremos mencionando en la crítica, pero la más importante es que una parte vital, señorial e imperial del Rock/Metal ha muerto. Es que aún no caigo en el hecho de que el hombre haya desaparecido; pero aquí, en mi rol de escritor de esta música que tanto amo, he de hacer un tributo a la altura de semejante personaje en una reseña de mi álbum favorito de su carrera, Orgasmatron.

Ha muerto Lemmy Kilmister y, como se podía esperar, todo el mundo parecía tener tatuado el logo de la banda en la nalga derecha, guiándome por lo que he leído por el internet. La naturaleza de la sociedad en la que vivimos es vulgarizar la muerte y convertirla en una forma en que las personas traten de vanagloriarse del deceso del mismo como si hubieran sido aficionados del músico de toda la vida; es algo bastante común, pero en el caso de un personaje tan singular y amado por el género como Lemmy, molesta mucho más. Está bien homenajear a una leyenda de esta envergadura porque los mayores reconocimientos y acólitos deben estar a la orden del día para un crack absoluto como Lemmy, pero debe hacerse desde la sinceridad del que homenajea. Yo nunca diré que soy un fan absoluto de Motörhead, que me sé todas sus canciones y que si me colocas un pasaje instrumental de cualquiera de ellas, te la identifico en tres segundos. No, no lo soy y, francamente, probablemente nunca lo seré. Pero sí disfruto con la banda y habría que ser obtuso (o por descarte, un imbécil) para menoscabar y/o ningunear la importancia avasalladora de Lemmy en el mundo de la música: un hombre que hizo lo que quiso, vivió como quiso y logró lo que quiso. En pocas palabras, Lemmy debería tomar una frase del protagonista de la película Airheads, donde por cierto hace un breve cameo, que es, por decreto, absolutamente suya: “Yo soy el Rock & Roll”. Amén.

La vida de Lemmy fue la vida de Motörhead y cada encrucijada que vivió con la banda la superó con estilo, señorío, cojones y, más importante aún, música. En el ’86, rodeado de niñatos que habían aprendido de él y que ahora pensaban que podían destronarlo como el amo de todo lo sucio y extremo en el Metal, se patentó un trabajo ominoso, monolítico y legendario. Orgasmatron es, a mis ojos, el punto más alto de Lemmy como músico y la representación absoluta de lo que fue este hombre. Aquí, para ustedes y la memoria de Lemmy, mi crítica del magno trabajo del hombre del creador de Snaggletooth.


Los tiempos, a mediados de los 80s, habían cambiado para Lemmy Kilmister y sus inoxidables Motörhead. Luego de la publicación de su injustamente denostado Another Perfect Day –un álbum fresco, melódico y que los mostraba en una faceta algo diferente con Brian Robertson, de fama Thin Lizzy, en las guitarras- en el ’83, la agrupación inglesa se tomó un pequeño periodo de descanso para replantearse qué querían hacer y cómo lo iban a hacer; pero esto resultó en un éxodo masivo de los compañeros de Lemmy, dejando a éste totalmente solo para la producción de su siguiente trabajo en un mundo musical que había transmutado mucho desde la formación de la banda a mediados de los 70s. El oriundo de Burslem supo hacer frente a un escenario tan funesto como éste –cualquiera que haya estado en una banda sabe lo difícil que es continuar cuando todos tus compañeros desertan- y facturar un trabajo compacto y soberano como el Orgasmatron en 1986.

Hablar de Motörhead es hablar de una de las agrupaciones más importantes en la música Rock/Metal por el hecho de que casi cualquier banda que haya salido luego que la de Lemmy ha sido influencia por ésta y su propuesta, que en la superficie parece no haber cambiado pero sí lo ha hecho de formas sutiles e importantes, ha sido clave para cambiar el panorama metalero para siempre. El Metal en su vertiente más extrema le debe mucho al sonido corrosivo, cruento y opresor de éstos motociclistas en ácido y su impronta derivó, a corto plazo, en el nacimiento del Thrash Metal en cuanto a conceptos de velocidad y suciedad sonora se refiere. Así que como dije en el primer párrafo, los tiempos habían cambiado para Lemmy y sus huestes porque, a mediados de los 80s, grupos como Venom, Slayer, Metallica, Voivod, Celtic Frost, Kreator o Bathory estaban a la orden del día y representaban una modernización, si lo prefieren, del sonido que ayudó a acuñar y a establecer el oriundo de Inglaterra, por lo que la separación de los músicos que constituyeron el Another Perfect Day no pudo haberse dado en un mejor momento porque supuso una oportunidad como ninguna otra para que Motörhead “reviviera” –un eufemismo un tanto errado porque el trabajo del ’83 ostenta una calidad importante- con una nueva alineación y un sonido más refrescado, si lo quieren poner de esa forma.

Así que afuera Philty Animal Taylor en la batería y Brian Robertson en la guitarra para dar paso a Pete Gill, anteriormente de Saxon, en las baquetas y Phil Campbell (quien permaneció en la banda hasta su inevitable final) y Michael Burston, mejor conocido como Würzel, en las seis cuerdas. Luego de trabajar un par de canciones en el fantástico y ahora legendario compilatorio de No Remorse –donde crearon ese himnazo de la banda llamado Killed By Death- en el ’84, la nueva encarnación de Motörhead se alzó de su trono como un rey enfurecido que saldría a conquistar nuevos reinos. Había pasado mucho tiempo y su mascota, la genial Snaggletooth, tenía hambre de almas bastardas que manchan este mundo desde tiempos inmemorables –sólo hay que ver cómo está en la magna portada del álbum para saber que estamos ante algo grande.


El año ’86 fue un año para los grandes y los eternos, así que Lemmy y sus muchachos no iban a ser menos ante la muchedumbre que llamaban competencia; era tiempo de Motörhead y tiempo de rockear como solo lo sabían hacer estas leyendas. Escuchen cómo Snaggletooth se nos aproxima como un tren bala asesino de puro Metal. ¿Lo vas a tomar o vas a morir en el intento? Con estos tipos, no hay término medio, nene.

Siempre fueron de dejar en claro sus intenciones y el riffeo Heavy de Deaf Forever no sumergen en el mundo musical de suciedad, barbarie y carisma de los Motörhead en lo que es, para mí, el mejor momento de sus carreras. Los riffs de Campbell y Würzel son fenomenales y Lemmy se muestra ganchero en su voz como pocas veces y entona esas letras de guerra, batalla y caos con una calidad inusitada. Lemmy nunca fue un dotado como vocalista, pero sabía hacer a un tema suyo y se erigía como una voz que podías distinguir hasta en una cueva en Afganistán envuelto por el sonido de la balacera. El estribillo es la joya de la corona de un tema que de por sí es bestial: directo, majestuoso y una forma de hacernos saber de que han vuelto por todo lo alto. “Nadie sabe, amigo o enemigo, si el Valhala yace más allá de la tumba”.

Recordando a los tiempos del Ace of Spades, pero dotados de una producción más portentosa y una composición más embrutecida, Nothing Up My Sleeve es, junto a la primera y un par más de este trabajo, de mis canciones favoritas del grupo con esa velocidad atronadora característica de la banda y un bajo de Lemmy que suena devastador en consonancia con un trabajo finísimo y rebosante de calidad del binomio Campbell/Würzel. Hablando de desamor con esa pizca de picardía, actitud y cojones de los ingleses, Aint’ My Crime se muestra con la misma intensidad del tema previo, pero con mucha participación de Gill en las baquetas con unos ritmos avasalladores y un Lemmy soberano en el micrófono. Me gustan mucho esas partes de guitarra al final de la canción y cómo parece despedirse del oyente a su manera tan de la banda.


Claw es más brutalidad y un testimonio a la potencia sonora de unos británicos moteros que se hallaban en pleno estado de gracia; si antes sonaban agresivos, ahora suenan como si les hubiera inyectado un ataque de rabia –solamente escuchen los alaridos de Lemmy en la canción para que entiendan y disfruten la intensidad con la que operaban en esta obra. La grandeza y lo brillante de este álbum –y lo que lo diferencia de lo que había hecho el grupo hasta el momento- es lo poderosamente directo que es; aquí no se dejan nada resguardado y dan el todo por el todo. ¿No me creen? Mean Machine es un trallazo de antología y que muestra que estaban poseídos por alguna criatura infernal que los obligaba a tocar este Speed Metal de clase mundial.



¿Qué más nos ofertan nuestros muchachos en el resto del álbum? Pues tralla, tralla y más tralla, señores. Como si de una hecatombe se tratara, Ridin’ With The Driver –la canción que me presentó el trabajo y que, curiosamente, iba a ser el título original del álbum- es una devastación hecha por guitarras, bajo, batería y vocales. Una de las canciones más rápidas de su repertorio con un Gill endemoniado y, una vez más, una labor soberana de Campbell y Würzel en las guitarras. Ninguna canción me parece mala o descartable en este trabajo, pero he de decir que Doctor Rock me parece la menos buena de todo el álbum y aún así ostenta un muy buen riff y una gran actuación de la banda, en general.


Y llegamos al momento cumbre, dentro de lo que cabe. Si la grandeza de Motörhead ya estaba fuera de discusión, el tema título, la sempiterna Orgasmatron, se planta como una figura seminal del género con su estructura hímnica y sus letras de caos, mentiras, guerra y mitología envueltas en una prosa tan certera y efectiva de Lemmy que, aunque no es tan reconocido en ese aspecto, lo hacía tan buen letrista. El riff es ya legendario y los ritmos de la canción son atronadores al igual que gancheros. Es un clásico de la banda y del género que sonó, suena y seguirá sonando hasta los fines del espacio y el tiempo como la prueba fidedigna de una agrupación que apareció, influyó a miles e hizo lo que deseaba sin necesidad de polémicas o sin ser tan ostentosos –Orgasmatron, canción y álbum, es la representación máxima de lo que es el grupo y sus idiosincrasias, a mi criterio.

Con la publicación de este álbum, los de Lemmy volvieron al mapa mediático del Metal, pero no se trataba tanto de sobresalir o de hacer un álbum de retorno para llamar la atención, sino para permanecer y seguir a lo suyo. De todo lo que fue (y es) Lemmy y todo lo que fue su carrera, un servidor se queda con su música y con eso: esa sensación de que nunca estuvo sujeto a ningún sistema o a ese deseo que parecemos tener todos de grandeza, cuando todo lo que este hombre en realidad quería era componer una buena canción, beber y acostarse con la mujer que deseara. Nunca polemizó mucho en el tema de las modas musicales y nunca ninguneó a un compañero o estilo de Rock/Metal nuevo que saliera para llamar la atención; tenía mucho estilo para eso y dejaba que su música hablara por él. Murió y dejó una carrera musical que es una representación absoluta de lo que fue: la idiosincrasia del rockero clásico a su máxima expresión.

Como dije al principio, no voy a fingir que soy el mayor fan de Motörhead o que vivía todos los días escuchando sus trabajos; pero lo importante es rendir tributo a una figura que dio mucho por el género y que realmente vivió todo lo que nosotros hubiéramos deseado vivir. Como Lemmy no habrá otro; se ha vuelto parte de la extensa mitología del Rock como uno de sus más ilustres bastiones. Ahora marchará al templo en el más allá de los músicos, con su bajo en la mano izquierda y su Jack Daniels en la derecha, y se acercará a Dio, Dimebag y su antiguo compañero, Philty Animal Taylor, para decirles con su voz destrozada tan de él “entonces, ¿me reservaron un puesto?”. Qué jam deben estar teniendo en estos momentos, señores.

Gracias por todo, maestro. Eres y siempre serás el puto Rock & Roll.


Rust In Peace, Lemmy.
1945 – 2015
“For I am Mars, the God of war, and I will cut you down.”

viernes, 1 de enero de 2016

Interview: Oswaldo Contramaestre from Guerra Santa


Author’s note: if you want to read the Spanish version of the interview, go here.
Nota del autor: si quieren leer la versión en español de la entrevista, vayan para acá.

As it seems, nothing can stop Guerra Santa (Holy War). The Venezuelan band –from Táchira, to be precise- have been in the business for almost 25 years and they are not willing to seize their fight; their latest album, aptly titled La Guerra Apenas Empieza (The War It Just Begun), is the living proof of a group in pretty good shape and with clear ideas. For those that are not familiarized with them, they are owners of a Heavy/Power Metal style with strong connotations in the guitars and with pretty meticulous melodies –a group that would not leave anybody in an indifferent mood. There are good times in the Venezuelan combo and we approached one of the group’s guitar players, Oswaldo Contramaestre, for a quick interview through the phone. We touched different subjects like their influences, the band’s writing style and many other concepts. As usual, I hope you enjoy it.

Note: this interview was done almost a month ago, in case you notice some mistakes in the chronology of some of the answers.

KT:¿Qué tal ha sido la recepción del nuevo álbum? Well, first of all, thank you for doing this interview. Congrats on the new album, La Guerra Apenas Empieza. Tell me about the reception of the new album.
OC: My regards. Thank you for the interview. As far as the reception of the new album goes, the reviews and comments received have been positive; it really is an album we did con a lot of spirit and desire so you guys could enjoy it and that you have empathy with the tracks. Until now, the comments have been positive; sure, we’re still in the process in letting people about it with the tour and, well, cusica.com are in charge of the distribution and we are doing shows all around the country –you can communicate through social network.

KT: this is your first album since the one you did back in 2.011, La Sombra del Bufón (The Shadow of the Buffoon). What differences can we find between that album and the new one you just made?
OC: well, we are always or at least trying to be in a constant musical evolution –not because we choose to, but because it’s a natural thing. A natural evolution has been the changes in the lineup: we now have a new drummer and a new guitar player. We tried to make it a little more aggressive, not by any reason in particular, but because we felt that was what the album was asking for at the time; but the essence and the style of the band remains intact.

KT: as you mentioned, you had begun the tour of the new album. How has the tour been doing so far and what concerts do you have planned in the near future?
OC: at short term, we are going to tour around the country. We are going to promote the album heavily so that people can see the band’s renewed energy; in fact, that’s why we named the album that way, La Guerra Apenas Empieza, because we are living in a time with a lot of desire, good vibe and yearn for playing within the band. We are also holding conversations to play outside the country, but we still have to wait. We’ll be touring around the country, to the places we missed in the previous tour and to the places people constantly ask us to go to in the social media.

KT: something I always liked to ask in these interviews is about the beginnings of the bands. How did Guerra Santa start? How was the incepcion?
OC: well, Guerra Santa started back in 1991 in San Cristobal by Marino Vázquez and they had intrigues of making a band. Like all Rock bands, the idea started to grow until turning into the current Guerra Santa that we are presenting.

KT: which were your influences?
OC: the thing is we have so many different influences and I can tell you that the only founding member of this line up is Marino Vázquez and he used to listen to a lot of Ozzy, Black Sabbath, a lot of classic Rock. But now, with all the different members and group of ages, we currently have a lot of multiple musical tastes and tendencies. But around those years we used to listen to what everybody heard: Iron Maiden, Pantera, Metallica, etc. And always looking for that sense of identity.

KT: a question that I always do to the guests in the Blog is make them do a Top 10 of their favorite albums so we get to know a little bit more about their musical tastes. Can you make a Top 10 of your favorite albums?

(*Here we have the participation of the band’s other guitar player, Gerardo Perdigón*)

GP: hi there, this is Gerardo Perdigón talking, the other guitarist of the band. Answering your question, each one of us has many influences and a huge amount of records. In my case, of records that influenced me, I can mention Black Sabbath’s Dehumanizer, Yngwie’s Rising Force, Slayer’s Reign in Blood, Sepultura’s Beneath The Remains and well, there are many more, but those are the ones that gets to me at the time.

OC: here Oswaldo again. Well, I’m going to give you just a Top 5 to complement Gerardo’s. Megadeth’s Rust In Peace, Pantera’s Cowboys From Hell, Sepultura’s Chaos A.D., Dream Theater’s Images & Words and Slayer’s Reign In Blood. And I may slot in Anthrax’s Persistence of Time.

KT: I wanted to ask you guys about the country’s economic situation. It certainly is not a simple scenario for all the citizens involved and for musicians is the same. In your case, how did that affect you?
OC: it is not a secret that the economic situation that we are living in the country and the fact that said thing affects all of us in many sectors. Well, groups are affected in everything that concerns production expenses, merchandising, making t-shirts, all of that. And what is really difficult to do today is quality albums. Why? Because you need quality equipment. While there is a great amount of quality in the scene these days, that is an important difference between making a good album and making an excellent one. All of that affects. But that is part of the spirit of Rock: no matter how difficult things are, you can beat them.

KT: going back to purely musical subjects, where do you get inspiration to write the lyrics?
OC: every lyric has its own soul and spirit. I believe that the inspiration for every song has its different moments and circumstances because there are tunes that start due to a melody or by the music in general, and from that we start writing the lyrics. Sometimes is the opposite and the music comes thanks to the lyrics. I think that what we always try is to give a positive message: that every song holds an empathy with action or a story, but that each and every one of them is looking to the future in a positive manner.

KT: as far as the instrumental aspect goes, what can you tell us about the writing process? Is a collective effort or there may be a main composer?
OC: like I said, each tune has its own soul and spirit. While there are some things that we repeat, we don’t have a formula and things can come up in many ways: somebody can whistle a melody; somebody can come with an idea or something like that. Besides, we all have different influences and that helps in the writing process.

KT: being a band with such a long career, is there any interesting anecdote that you may tell us? One in particular that stands out?
OC: I’m going to tell you an anecdote that happened to us when we travelled to Argentina to play in a show. A transport took us to the concert, but you know that the normal thing in an Argentinian is to say hello to somebody with a kiss on the cheek, right? The Venezuelan just normally gives a handshake or a hug, tops. We get in the transport, which it was pretty much like a bus, and there were lots of person that went to the show, just like it was a small tour. Well, the bus had an accident a block away from our hotel and at the time we stuck around to be with those guys, but it was getting late and we had to get up early the next morning. They understood and when it was time to say goodbye, we had a line of drunk and sweaty rockers giving us goodbye kisses; but, well, we knew that was a way to show affection from our Argentinian brothers and we left many friends and brothers down there.

KT: thank you for the interview, Oswaldo. Is there any message that you want to give to your fans and to our readers? Where
OC: we always stay in touch through the social media. You can look for us as GuerraSantavzla on Instagram and by the same name in Twitter and Youtube; you can look for us on Facebook as just Guerra Santa. We try to stay on day with that and with the people that write to us. The message is that we’ll see each other in the concerts because there is a lot of talent in here and we cannot let the scene die. See you on the shows and on the road.

Entrevista: Oswaldo Contramaestre de Guerra Santa



Author’s note: if you want to read the English version of the interview, go here.
Nota del autor: si quieren leer la versión en inglés de la entrevista, vayan para acá.

Al parecer, no hay nada que detenga a Guerra Santa. La banda venezolana –de Táchira, para ser precisos- lleva casi 25 años en el negocio y no están dispuestos a dar tregua; su último álbum, aptamente llamado La Guerra Apenas Empieza, es la prueba fidedigna de una agrupación en forma y que se halla a sí misma con las ideas bastante claras. Para quienes no estén familiarizados con ellos, son poseedores de un Heavy/Power Metal con fuertes connotaciones en las guitarras y con melodías bastante trabajadas –un grupo que no dejará a nadie indiferente. Son buenos tiempos en el combo venezolano y nos acercamos los de Sail Away para hablar con uno de los guitarristas del grupo, Oswaldo Contramaestre, a través del celular. Tocamos diferentes temas como sus influencias, el estilo para componer de la banda y muchos otros conceptos. Como siempre, espero que la disfruten.

Nota: esta entrevista fue efectuada hace casi un mes, en caso de que noten equivocaciones en la cronología de algunas de las respuestas.

KT: bueno, primero que nada, muchas gracias por hacer esta entrevista. Felicidades por su nuevo álbum, La Guerra Apenas Empieza. ¿Qué tal ha sido la recepción del nuevo álbum?
OC: saludos. Gracias a ti por la entrevista. En la recepción del nuevo álbum, las recepciones y comentarios que hemos recibido han sido positivos; de verdad es un álbum que hicimos con muchas ganas y con mucho ánimo para que lo disfruten y que tengan empatía con muchos temas. Hasta ahora, todos los comentarios han sido positivos; claro, aún en estamos en proceso de hacérselo llegar a las personas con la gira y, bueno, nos está distribuyendo cusica.com y estamos haciendo conciertos por todo el país –se pueden comunicar mediante las redes sociales.

KT: éste su primer álbum desde el que hicieron en el 2.011, La Sombra del Bufón. ¿Qué diferencias podemos encontrar entre ése álbum y éste nuevo que hicieron?
OC: pues, nosotros siempre estamos, o al menos intentamos estar, en constante evolución musical –no porque nosotros lo escojamos, sino que es algo natural. Una evolución natural ha sido el cambio de integrantes: cambiamos de baterista y tenemos un nuevo guitarrista. Intentamos hacerlo un poco más agresivo, no por alguna razón en específico, sino porque sentíamos que eso era lo que nos pedía el disco en ese momento; pero la esencia y el estilo de la banda siguen intactos.

KT: como has mencionado, ya comenzaron la gira del nuevo álbum. ¿Qué tal les ha ido hasta el momento y qué conciertos tienen planeados en el futuro cercano?
OC: a corto plazo, es girar por todo el país. Hacerle bastante promoción al disco para que las personas vean la energía renovada de la banda; de hecho, por eso le pusimos ese nombre, La Guerra Apenas Empieza, porque se está viviendo un momento en la banda con bastante energía, muchas ganas, buena vibra y deseos de tocar. También estamos haciendo conversaciones para ir a tocar afuera del país, pero todavía hay que esperar. Iremos de gira por todo el país, a los lugares que nos faltaron en la gira anterior y a donde nos piden siempre que vayamos por las redes sociales.

KT: algo que siempre me ha gustado hacer en estas entrevistas es indagar en la historia de las bandas y saber más de sus comienzos. ¿Cómo fueron los comienzos de Guerra Santa? ¿Cómo fue la incepción?
OC: bueno, Guerra Santa surge en 1991 en San Cristóbal por Marino Vázquez y tenían inquietudes de hacer una banda. Como todas las bandas de Rock, la idea fue madurando hasta convertirse en la Guerra Santa actual que estamos presentando.

KT: ¿Cuáles fueron sus influencias?
OC: lo que pasa es que todos tenemos distintas influencias y te puedo decir que el único integrante original que queda en la banda es Marino Vázquez y él escuchaba mucho Ozzy, Black Sabbath, mucho Rock clásico. Pero ahora, con los diferentes miembros y grupos de edades, tenemos muchos gustos y tendencias diferentes actualmente. Pero por esos tiempos escuchábamos lo que escuchaba todo el mundo: Iron Maiden, Pantera, Metallica, etc. Y siempre buscando esa identidad.

KT: una pregunta que siempre les hago a los invitados en el Blog es que me hagan un Top 10 de sus álbumes favoritos para así dar a conocer un poco más sus gustos musicales. ¿Puedes hacer un Top 10 de tus álbumes favoritos?

(*Aquí participa el otro guitarrista de la banda, Gerardo Perdigón*)

GP: saludos, aquí te habla Gerardo Perdigón, el otro guitarrista de la banda. Respondiendo a tu pregunta, cada uno de nosotros tiene muchas influencias y una enorme cantidad de discos. En mi caso, de discos que me han marcado, te puedo mencionar el Dehumanizer de Black Sabbath, Rising Force de Yngwie, Reign In Blood de Slayer, Beneath the Remains de Sepultura y bueno, hay muchos más pero ésos son los que más me llegan en este momento.

OC: aquí Oswaldo de nuevo. Bueno, yo te voy a dar un Top 5 para complementar el de Gerardo. Rust In Peace de Megadeth, Cowboys From Hell de Pantera, Chaos A.D. de Pantera, Images & Words de Dream Theater y Reign In Blood de Slayer. Y por ahí, el Persistence of Time de Anthrax.

KT: quería preguntarles acerca de la situación económica del país. Ciertamente, no es una situación nada sencilla para los ciudadanos y para los músicos es igual. En su caso, ¿cómo les ha afectado?
OC: no es un secreto la situación económica que estamos viviendo en el país y que nos afecta a todos en muchos sectores. Bueno, a los grupos les afecta en todo lo que concierne en el aspecto de costos de producción, de mercancía, hacer camisas, todo eso. Y lo realmente difícil hoy en día es hacer discos de calidad. ¿Por qué? Porque se necesitan equipos de calidad. Si bien hoy hay un gran auge de calidad, ésa es una diferencia importante entre hacer un disco de buen nivel y uno de excelente nivel. Todo eso afecta. Pero eso es parte del espíritu del Rock: sin importar que tan difíciles sean las cosas, poder vencerlas.

KT: volviendo al tema netamente musical, ¿pueden decirnos de dónde sacan la inspiración para hacer las letras?
OC: cada letra tiene su alma y espíritu propio. Yo creo que la inspiración de cada tema tiene su momento y circunstancia distintos porque hay temas que empiezan por una melodía o por la música en general, y de ahí es que comenzamos a escribir la letra. A veces es lo contrario y la música surge en base a la letra. Creo que lo que siempre intentamos es dar un mensaje positivo: que cada tema tenga una empatía con una acción o con una historia, pero que cada una sea mirando al frente y de forma positiva.

KT: en cuanto al aspecto instrumental, ¿qué me puedes decir acerca del proceso de composición? ¿Es un esfuerzo colectivo o tal vez hay algún compositor principal?
OC: como te dije, cada tema tiene su alma y su espíritu propio. Si bien hay algunas cosas que repetimos, no tenemos una fórmula fija y puede surgir de muchas formas: alguien puede tararear una melodía, alguien puede llegar con una idea o algo parecido. Además, cada uno tiene sus influencias y eso ayuda en el proceso de composición.

KT: siendo una banda con una carrera tan extensa, ¿hay alguna anécdota interesante que puedan contarnos? ¿Alguna que resalte en particular?
OC: te voy a contar una anécdota que nos pasó cuando viajamos a Argentina para tocar en un show. Una vez nos llevó un transporte a un concierto, pero tú sabes que lo normal en un argentino es saludar a alguien con un beso en la mejilla, ¿no? El venezolano normalmente se da un apretón de manos o un abrazo, como máximo. Nos subimos al transporte, que era como una buseta, y ahí estaban muchos que fueron al concierto, como si fuera un pequeño tour. Bueno, el bus se accidentó a una cuadra del hotel en el que nos estábamos quedando y en ese momento nos quedamos para acompañarlos, pero se nos estaba haciendo tarde y teníamos que levantarnos temprano en la mañana. Lo entendieron y cuando nos tocaba despedirnos, teníamos a una fila de rockeros bebidos y sudados dándonos besos de despedida; pero, bueno, sabíamos que era una demostración de afecto de nuestros amigos argentinos y dejamos a muchos amigos y hermanos en ese país.

KT: muchas gracias por la entrevista, Oswaldo. ¿Algún mensaje que quieras darle a tus fans y a nuestros lectores? ¿Dónde podemos seguir a la banda y sus publicaciones?
OC: nosotros siempre estamos en contacto por las redes sociales. Por el Instagram que es GuerraSantavzla, por Youtube con el mismo nombre, por Twitter igual y por Facebook, Guerra Santa. Tratamos de estar al día con esto y con quienes nos escriben. El mensaje es que nos vemos en los conciertos que aquí hay mucho talento y que no hay que dejar morir a la escena rockera. Nos vemos en la tarima y en las carreteras.