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miércoles, 28 de octubre de 2015

Entrevista: Kris Gustofson de Trauma



Author’s note: if you want to read the English version of this interview, go here.

Nota del autor: si quieren leer la versión en inglés de esta entrevista, vayan para acá.


Trauma es una de esas bandas de Metal clásico que están disfrutando una suerte de segunda juventud gracias al alza del internet. Nuevas generaciones están más interesadas en su material por motivo de la causa anteriormente mencionada y con la publicación del remaster de su primer y único trabajo hasta este año, el Scratch and Scream de 1.984, la banda oriunda de la Bay Area se reunió de nuevo después de casi tres décadas y publicaron su segundo trabajo, Rapture and Wrath. Si ustedes son metaleros buscando por Heavy Metal de la vieja escuela con muchas influencias de la NWOBHM, ésta es tu banda.


Por supuesto, son principalmente conocidos por ser la banda en la que tocó Cliff Burton antes de unirse a Metallica, pero veamos más allá de eso. Me he convertido en un seguidor de la banda y me he visto sorprendido por su trabajo, así que decidí traer al Blog a alguien de Trauma para hablar acerca de diferentes temas de la historia de la banda. Rastreé a su baterista, Kris Gustofson, para que hiciéramos una entrevista y hablar acerca del grupo y su carrera. Obtuve algunas respuestas interesantes y espero que todos ustedes puedan disfrutarla.


KT: primero que nada, gracias por hacer la entrevista, Kris. Es un placer. Bueno, hablemos del nuevo álbum, Rapture and Wrath. Lo he escuchado mucho estos días e incluso hice una crítica del mismo; es un muy buen álbum de Heavy Metal de la vieja escuela con muchas influencias de la NWOBHM. Dime un poco acerca de la creación del álbum y cómo se fue diseñando.

KG: gracias por tu interés en Trauma. Nos alegra que te haya gustado el álbum. Decidimos hacer otro álbum después de todos estos años porque el álbum Scratch and Scream fue remasterizado. Simplemente comenzamos a componer algunas canciones y eventualmente tuvimos suficientes para hacer un nuevo álbum.


KT: obviamente, es el primer trabajo de la banda desde su debut en 1.984. ¿Cómo se reunieron y por qué lo hicieron?

KG: yo y Donnie Hillier habíamos hablado de la banda un par de veces con el pasar de los años, pero realmente no lo pensamos mucho hasta que Shrapnel Records hizo esta publicación de Scratch and Scream. Así que montamos una alineación y decidimos intentarlo. Ya conocía a los músicos porque había estado en otras bandas con ellos.


KT: tienen a dos músicos nuevos en la banda: el guitarrista Kurt Fry y el bajista Marcel Eaton. ¿Cómo se unieron al grupo y por qué los músicos originales no fueron parte del proceso?

KG: en realidad, Kurt Fry estaba en la banda; pero lo reemplazamos con el guitarrista Jeff Jones de St. Elmos Fire. Kurt quería hacer otras cosas. Conocí a Kurt en una banda en la que estábamos llamada Mechanizm. Grabamos dos álbumes y fuimos teloneros de Dio. Los miembros originales vivían muy lejos y simplemente no iba a funcionar. Nosotros deseamos que tal no fuera el caso.


KT: el mundo de la música ha cambiado mucho en los últimos años. ¿Cómo hacen para que las personas se interesen en su música, considerando que han estado fuera de esto por tanto tiempo?

KG: buena pregunta. Redes sociales. Cualquier página de internet. Promoción de nuestro sello discográfico, tocando en vivo y grabando música nueva. Eso sería todo.


KT: me gustaría hablar de sus comienzos. Ustedes son de la Bay Area y vivieron el mismísimo nacimiento del Thrash Metal. ¿Podrías describirnos cómo era la escena en esa época? ¿Acaso fueron esas bandas una influencia en su música?

KG: ah, sí, los buenos viejos tiempos… la escena era una locura. Podías salir en cualquier noche de la semana y ver a una muy buena banda. Exodus, Metallica, Testament, Laaz Rockit y muchas más. Los recintos siempre estaban llenos. Era increíble. Es difícil determinar quiénes nos influenciaron. Yo pienso que fueron principalmente bandas de Heavy Metal de Inglaterra. Maiden, Priest, Sabbath, etc.

KT: yo siempre menciono a Diamond Head como una de las influencias más grandes de la banda. ¿Concordarías conmigo en eso?

KG: hmmm, Diamond Head. Interesante…


KT: la banda comenzó en 1.980 y publicaron una canción en el compilatorio Metal Massacre II en 1.982. ¿Por qué la banda tardó cuatro años en publicar su debut?

KG: bueno… la banda no había escrito un álbum completo hasta ese momento.

KT: tengo que hacer la pregunta obligatoria acerca de Cliff Burton. ¿Cómo era tocar con él y qué aportaba él en el aspecto musical?

KG: yo no estaba en la banda en ese momento.

KT: ¿Por qué la banda se separó tras solo un álbum?

KG: la banda se separó por una falta de dirección. El sello discográfico no tenía ni idea de qué hacer en esa época. La música Metal no era popular y nadie quería arriesgarse. Fue triste.

KT: ¿No tuvieron ofertas para reunirse antes?

KG: no realmente. No hasta 2.011. Lo hablamos durante muchos años, pero todos estábamos haciendo cosas diferentes.

KT: además de St. Elmos Fire, ¿qué hiciste durante todos esos años?

KG: me uní a una banda llamada Threat de Suiza con el guitarrista Mark Kohler de Kroker. Esto duró por un par de años y entonces me concentré en trabajos de estudio en Los Ángeles. Estuve en una banda con Frank Hannon de Tesla por un tiempo, pero la mayoría de lo que hice fue un trabajo de músico de estudio con muchas personas. Toqué en un montón de álbumes.

KT: ¿Quiénes fueron tus influencias como baterista?

KG: mi padre, Gus Gustofson, Buddy Rich. Muchos de los grandes del Jazz y por supuesto Bonham, Ian Paice, Cozy Powell, y algunos bateristas más jóvenes, también. Escucho todo tipo de música y de baterías. Los ritmos africanos son geniales, también.

KT: ¿Me puedes nombrar tus diez álbumes favoritos de todos los tiempos?

KG: ésa es difícil. Muchos para nombrar.

KT: ¿Piensas que la banda se rindió muy pronto? El debut era muy bueno, pero ustedes desaparecieron rápidamente sin intentarlo de nuevo hasta ahora.

KG: posiblemente, ¿quién sabe? No había dirección para continuar. Sé que cuando renuncié y me mudé a Los Ángeles probaron a varias personas para seguir, pero no funcionó y todo terminó ahí.

KT: regresemos al presente de Trauma. Dime un poco acerca de la promoción del nuevo álbum y de la gira como tal. ¿Cómo les está yendo?

KG: la banda está contratada por Pure Steel Records. Ellos manejan toda la promoción del álbum. Por lo que hemos visto, hasta ahora todo va bien. Son un buen sello. La banda también está contratada a Red Lion Music para las giras. Tocamos en Alemania el año pasado y nuestra agencia está buscando asegurar fechas en Europa para la banda.

KT: ¿Ves este regreso como una oportunidad para convertir a Trauma en una banda consistente que haga álbumes de forma regular?

KG: sí, ése es el plan. Actualmente estamos escribiendo material nuevo.

KT: ¿Han pensado en cambiar el sonido de la banda o se quedarán en la senda del Heavy Metal?

KG: nos quedaremos Heavy Metal. En realidad, más pesados que en Rapture and Wrath.

KT: y finalmente, ¿puedes dejarnos un mensaje final para tus fans y nuestros lectores?

KG: para todos los fans de Trauma allá afuera, gracias por su apoyo. Esperamos verlos a todos algún día en el escenario, tocando nuestra música en vivo para todos ustedes… mantengan la fe…

Interview: Kris Gustofson from Trauma



Author’s note: if you want to read the Spanish version of this interview, go here.

Nota del autor: si quieren leer la versión en español de esta entrevista, vayan para acá.


Trauma is one of those classic Metal bands that are enjoying a sort of a second youth due to the rise of the internet. New generations are more interested in their material because of the aforementioned cause and with the reissue of their first and only album until this year, Scratch and Scream from 1.984, the band based in the Bay Area got together again after almost three decades and released their second work, Rapture and Wrath. If you’re metalheads who are looking for old school Heavy Metal with lots of NWOBHM influences, this is your band.

Of course, they are mostly known for being the band where Cliff Burton played before joining Metallica but let’s look beyond that. I have become a follower of the band and being amazed by their work, so I wanted to bring to the Blog someone from Trauma to talk about several matters of the band’s history. I tracked down their drummer, Kris Gustofson, so we could do an interview and talk about different aspects of the band and his career. I got some interesting insights from him and I hope you can all enjoy it.

KT: first of all, thank you for doing the interview, Kris. It's a pleasure. Well, let's talk about the new album, Rapture and Wrath. I listen to it a lot these days and I even wrote a review about it; it's a really good old school Heavy Metal work with lots of NWOBHM influences. Tell me a bit about the making of the album and how it came together.
KG: thank you for your interest in Trauma. We are glad that you like the record. We decided to do another record after all these years since the Scratch and Scream record was being re issued again. We just started writing some songs and eventually we had enough to do a new record.


KT: obviously, it's the band's first work since your debut back in 1.984. How you guys got together again and why you did it?
KG: me and Donnie Hillier have talked off and on over the years about the band but really never thought much about it until Shrapnel Records did a rerelease on the Scratch record. So we put a lineup together and decided to give it a go. I knew of the players since I had been in other bands with them.


KT: you have two new musicians in the band: the guitar player Kurt Fry and the bass player Marcel Eaton. How they joined the group and why the original musicians were not part of the project?
KG: actually, Kurt Fry was in the band; however we replaced him with guitarist Jeff Jones from St Elmos Fire. Kurt had other things he wanted to do instead. I knew Kurt from a band I was in with him called Mechanizm. We recorded 2 albums and opened up playing with Dio. The original members all lived too far away and it was just not going to work out. We did wish it had.

KT: the music world has changed a lot the past years. How do you guys do to make people get interested in your music, considering you have been away for so long?
KG: good question. Social media. Any internet sites. Promotion from our record company, playing live and recording new music. That’s about it.

KT: I would like to talk about your early days. You are from the Bay Area and you lived the very birth of Thrash Metal. Would you like to describe the scene back in the day? Were those bands an influence on your music?
KG: ah yes the good ol’ days... the scene was crazy. You could go out any night of the week and see a really good band. Exodus, Metallica, Testament, Laaz Rockit and many more. The venues were always packed. It was awesome. Hard to say who we were influenced by. I would think it was mostly Heavy Metal bands from England. Maiden, Priest, Sabbath, etc. 
KT: I always mention Diamond Head as one of the band's biggest influences. Would you agree with me on that one?
KG: humm Diamond Head. Interesting...
KT: the band started back in 1.980 and you published a song in the Metal Massacre II compilation in 1.982. Why you took four years to publish your debut album?
KG: well... the band had not written a full album yet.


KT: I have to make the mandatory Cliff Burton question. How was to play with him and what did he bring to the musical table?
KG: I wasn't in the band then.

KT: why the band broke up after just one album?
KG: the band parted ways because of lack of direction. The record label was clueless as to what to do back then. Metal music was not mainstream and nobody wanted to risk anything. It was sad...
KT: you didn't have offers to get back together before?
KG: not really. Not until 2011. We had talked about it over the years but everyone was doing different things.
KT: besides St. Elmos Fire, what else did you do during all those years?
KG: I joined a band called Threat based in Switzerland with guitarist Mark Kohler from Krokus. This lasted a couple years then I concentrated on working in the studios in LA. I was in a band with Frank Hannon from Tesla for a bit but I mostly did hired gun kind of work with a ton of people. I played on a lot of other albums.
KT: who were your influences as a drummer?
KG: my father, Gus Gustofson, Buddy Rich. A lot of the great Jazz guys then of course Bonham, Ian Paice, Cozy Powell, and some younger guys as well. I listen to all styles of music and drumming. African rhythms are really cool too.
KT: can you name your Top 10 favorite albums of all time?
KG: that’s a tough one. Too many to list. 
KT: do you think the band gave up too soon? The debut was quite good but you guys soon disappeared without giving it another go until now.
KG: possibly, who knows? There was just no direction to continue on. I know when I quit and moved to LA they tried different people to keep it going but it didn't work out so the whole thing just folded.
KT: let's go back to Trauma's present. Tell me about the new album's promotion and the tour itself. How is it going?
KG: the band is signed to Pure Steel records. They handle all the promotion for the record. As far as we have seen it seems to be going great. They are a good label to work with; the band is also signed to Red Lion music for touring. We did play in Germany last year and our agency is looking to secure dates in Europe for the band.
KT: do you see this comeback as a chance to turn Trauma into a consistent band that makes albums on a regular basis?
KG: yes, that is the plan. We are writing new material at the moment.
KT: have you guys thought in changing the band's sound or would you stay in the Heavy Metal track?
KG: we will stay Heavy Metal. Actually, heavier than the Rapture and Wrath record.
KT: and finally, could you give us one final message for your fans and readers?
KG: to all the Trauma fans out there, thanks for your support. We hope to see you all someday on stages, playing our music live for all of you... Keep the faith...

lunes, 26 de octubre de 2015

Crítica: Paul Di'Anno's Battlezone – Fighting Back



Había una vez, en una tierra lejana –unas islas, para ser preciso-, un príncipe rebelde. Éste príncipe no era de sangre azul o curtido en la alta sociedad; era un príncipe que hizo gala de su carisma y de su garra para codearse con la crema innata de su reino. En su camino, se topó con una doncella; una doncella como ninguna que él (o nadie) hubiera conocido. Él, intrigado por la singularidad de esta doncella, se atrevió a ir detrás de ella –siendo nuestro protagonista un pordiosero que se había convertido, a base de personalidad y talento natural, en un miembro de la realeza. La doncella y el príncipe rebelde encontraron entre ellos un idilio que parecía destinado a la eternidad y a una gloria inusitada en la historia del reino; pero nuestro protagonista no pudo con los demonios que lo descocían desde su interior y pronto, sin darse cuenta, su doncella, aquella con la que iba a conquistar más reinos en el horizonte, se fue con otro forastero. Mientras el príncipe rebelde se ahogaba en sus demonios, la doncella había encontrado al hombre con el que se volvería una reina absoluta –su complemento perfecto con el cual se sentiría entera. Aquí, nuestro relato se bifurca en dos senderos pero la mayoría se queda con el camino de la doncella y el príncipe idílico. ¿Qué pasó con aquel príncipe forajido perdido en sus tinieblas? Pues él siguió por el camino de la perdición y trató de recuperar su trono por su cuenta. No habría doncella porque ya no la necesitaba; se iba a entronar por su cuenta. Y así, sin hacer mucho alarde e inequívocamente olvidado por el mundo, el príncipe rebelde iba a responder a la pelea. Por si no lo captaron, estoy hablando de Paul Di’Anno, el primer vocalista de la historia de Iron Maiden.



Pobre Paul: simplemente no dio pie con bola luego de su más que celebérrimo éxodo de la banda de Steve Harris. Di’Anno, con su actitud y sus vocales tan crudas, fue una parte vital de la primera encarnación del grupo más grande de la historia del Metal; álbumes como el homónimo y el Killers son los cimientos con los cuales se comenzó el legado de la Doncella –y Paul tuvo mucho que ver en ello. Era un vocalista atrevido, salvaje, ineducado y déspota; era la yuxtaposición idónea de la música tan perfectamente balanceada entre melodía e intensidad de Harris. Era caos aunado a perfección sonora. Pero así como era un frontman descomunal y un vocalista que no sonaba como ningún otro, era igual de inestable por sus adicciones y eso terminó por costarle su puesto en Iron Maiden. Y luego llegaría Dickinson para tomar el testigo y erigirse como la voz suprema del mejor combo musical que ha producido nuestra música en cinco álbumes irrepetibles; todo a expensas de un Di’Anno que se lanzó a las profundidades del abismo, de la bebida y de las drogas luego de su expulsión de ese Jardín del Edén musical. Afortunado como pocos de tener ese puesto, lo dilapidó.




El gran espectro del mundo metalero sepultó a Paul en los anales de la historia luego de sus dos álbumes con Maiden y es fácil entender por qué: el tipo nunca montó un grupo consistente ni colaboró con ninguno que produjera algo que derivara en algún tipo de éxito, sea netamente comercial o artístico. Eso no quiere decir que no lo intentó y el malogrado vocalista se montó diferentes proyectos de estilos muy variables, siendo el que nos toca hoy, Battlezone, el más destacable. Este proyecto fue establecido luego de que el primer grupo luego de su salida de Maiden, Di’Anno, se separara tras un mero trabajo que dejó sensaciones agridulces por su sonido más Pop y amigable para las masas. Paul Di’Anno se trata de Metal intenso y crudo con su más que constatada influencia Punk; no se trata de ser user-friendly para los oyentes. Pues, éste nuevo grupo nació para satisfacer a aquellos oyentes que lo querían escuchar en su faceta más metalera y desatada. Así que en 1.986 unió fuerzas con John Wiggins (Tokyo Blade) y John Hurley en las guitarras, Sid Falck (Overkill) en la batería y Pete West (Jackal) en el bajo para crear el primer trabajo de su nuevo proyecto, Fighting Back.



Desde el principio, la batalla de Paul para hacer olvidar su pasado con la Doncella era cuesta arriba, pero igual eso no importaba; al sujeto le encanta dar guerra. Battlezone es la respueta de Di’Anno a Harris; su forma de decirle al bajista “hey, yo no los necesito a ustedes y voy a triunfar a mi modo”. Este primer opus de este más que interesante proyecto es un sonido netamente metalero clásico con uno que otro tinte de Thrash y Speed, estilos que a nuestro protagonista siempre les atrajo. Aquí escucharemos un par de guiños a la Doncella, pero con la impronta de un Paul que se rodeó de buenos instrumentistas y soltó su infierno sonoro tan característico. Tiempo de darle play al álbum y tiempo de pelear. Que Paul tiene su batalla personal.




La que da el puntapié inicial al álbum es Welcome to the Battlezone donde imperan riffs muy en la onda de lo que hacían Accept y Judas Priest durante años y con un Paul que sigue sonando con tanta mala y agresividad como en sus años con Maiden, pero dejando esos momentos más melódicos en su voz. El estribillo es trepidante y con un patrón en la batería más reminiscente a los grupos de Thrash –recuerden que ya estamos en 1.986 y ahí ese estilo ya estaba bien asentado. Paul no se ha amilanado un poco, hombre. Running Blind empieza con un talante de balada apaciguada donde los guitarristas crean una atmosfera muy atrapante mientras que Di’Anno aprovecha esto para demostrar que cortes como Remember Tomorrow, Strange World o Prodigal Son no eran coincidencia sino una constante en su voz. Luego de ese minuto tranquilo, la canción se transforma en una apisonadora sónica con unos ritmos matadores y un Di’Anno que se nota cómodo en estas tesituras tan intensas, rayando en Thrash Metal. Como dato curioso, éste era el tema con el que abrían los conciertos con ese inicio relajado y luego la aceleración.



Mucho Heavy clásico de la NWOBHM es expresado en Welfare Warriors con los riffs de Wiggins y Hurley –el tema que más hace resonar el pasado de Paul. Una canción con una melodía y estructura muy marcadas por las guitarras. Too Much To Heart –que alguien me explique la traducción de ese título que no lo entiendo muy bien- apesta a Hard ‘n’ Heavy de los 80s con ese estilo hímnico y ese patrón en las baterías de un Falck que ya comenzaba a cimentarse como un baterista de armas tomar; estamos ante una canción que también ostenta una cierta solemnidad en las guitarras y donde Paul cuaja una gran actuación vocal. Éstos eran los tiempos donde Di’Anno era el amo y encarnaba el “truismo” que pregonaban los Manowar; no solo atrapaba al oyente por sus dotes de vocalista, sino por la actitud y la forma en la que te vende el asunto. Battlezone no reinventa nada que no se haya escuchado por esos años, pero lo hace con estilo. Un corte como Warchild, con todo y su velocidad atronadora, se escucharía un tanto mundano si no fuera el nacido en Londres el que cantara. Iron Maiden y Killers siempre estarán en la cima de su carrera, pero aquí hay mucha genialidad y hay que saber entender que aunque jamás igualó a la Doncella –ni siquiera cerca-, sí supo ofrecer material de calidad, al igual que reverendas porquerías. Como cualquier músico.




(Forever) Fighting Back es locura acelerada de la NWOBHM con un muy buen doble bombo y riffs de guitarra amalgamados al Speed Metal que se fraguaba por esos años con un Paul que parece sentirse como un pez en el agua en este contexto. Uno de los cortes más Heavies y con una aura 100% Priest es Feel the Rock y sus ritmos a medio tiempo, partes de guitarra trabajadas y un Paul que no para de derrochar talento. Altamente comercial (pero aún así me encanta, lo reconozco) es Voice of the Radio, donde la banda se despacha una muy buena actuación –no son nada del otro mundo, pero son competentes y cumplen su cometido- y nuestro protagonista sigue haciendo de las suyas. El estribillo es extremadamente pegajoso y les aseguro que se les va a quedar en la cabeza al finalizar la canción; si no es así, me como mi propio pie… ok, no, pero ustedes me entienden. Como preludio al plato fuerte del álbum, la power ballad del álbum es In The Darkness con un Di’Anno magistral en las vocales y la banda en plan Saxon/Accept/Priest con una instrumentación totalmente deudora a esos grupos. Una pieza entretenida, directa y que sirve para dejarnos preparados para lo que viene.



The Land God Gave to Cain es una de las mejores canciones que Paul Di’Anno ha fabricado en toda su maldita carrera; una demostración de casi ocho minutos donde nos hace saber que, en su día, podía competir contra cualquiera en su ámbito. Los riffs de la canción son de lo mejorcito del trabajo, Paul está en su plenitud vocal y la canción es un carrusel de pasajes que rozan en lo épico sin sonar amilanados o delicados –toda la pieza está impregnada con la crudeza y la suciedad musical de Di’Anno. Hay un breve pasaje en el ecuador de la canción donde se entrelazan guitarras semi-acústicas con el vocalista entonando en un tono bastante solemne para luego retornar, de manera progresiva y brillante, a la dureza sonora que hemos experimentado hasta el momento. Una canción que termina imperiosa, apasionada y con una técnica, una majestuosidad, que pocas veces se le ha atestiguado a Paul y que creo que nunca más escucharemos en su carrera al ser hoy en día un despojo de lo que una vez fue. Una de esas canciones que deben ser escuchas como un metalero de calidad. Una forma excepcional para terminar un álbum totalmente gozador y que es de ésos debuts que muestran a una banda con las ideas clarísimas.




En mi no tan humilde opinión, Battlezone fue el proyecto donde más sobresalió Paul Di’Anno luego de su éxodo de Maiden; creo que aquí se rodeó de músicos que comprendían sus inquietudes musicales y se enfocaron en hacerlo brillar. Fighting Back es uno de esos trabajos donde ha resaltado como pocas veces la voz de Paul y te hace entender que él está ahí entre los grandes a base de carisma, talento y actitud. Por supuesto, y como le pasó en Iron Maiden, los malos roces con sus compañeros, la ley y sus adicciones terminaron por destrozar a una agrupación que pudo haber sido, a la larga, su regreso a la tarima principal del Heavy Metal. Paul Di’Anno es un personaje condenado a la animosidad y esclavo a sus demonios internos; un triste Icarus que trató de volar tan alto que acabó por perderlo todo en aras de una vida que lo despojó de una gloria que merecía. Tantos arrestos, problemas legales, vicios, maltratos a su voz y rupturas de agrupaciones han mancillado el legado de uno de esos caudales de talento que pudo haber tenido una carrera brillante y que solamente podrá pensar en que dilapidó una oportunidad por la que todos hubiéramos matado.



Había una vez un príncipe, desterrado, desgraciado y sin doncella, que siguió vagando por tierras distantes. Aún busca reinos que conquistar, guerreros que vencer y pueblos que hurtar. Pero ya su cuerpo ya no es lo que era y su alma, tan agotada y menguada por las adversidades, no puede empujarlo como antes. Rechazó las promesas del cielo que le ofreció la doncella por la lujuria de un destino nublado en la tierra de los mortales. Un príncipe que pudo haber sido rey de miles de reinos ahora no es más que un plebeyo con un pasado glorioso. Un plebeyo que sigue luchando contra la corriente.